Una influencer que no quería ser modelo

Muchas chicas responden que sí cuando les preguntas si les gustaría ser modelo. Mae Lapres es de las que no. Nunca había sido un objetivo convertirse en top model. Hija de padre canadiense y madre china, tiene 1,76 de altura y todo para triunfar en mrporno. Desde muy pequeña había querido ser veterinaria. Nadie recuerda que nunca dijera que quería ser modelo.

Durante años sufrió las burlas de sus compañeros porque llevaba unas gafas muy gordas —las de su abuela porque le gustan mucho—, tocaba el arpa y era considerada la «friki» de la clase. Vestía diferente que el resto de chicas de su curso y nunca dejó de hacerlo. Se sentía cómoda con su look.

De patito feo a referente

Ya de más mayor intentó probar suerte y buscar trabajo en una discoteca. La música siempre le había gustado y había hecho algunas colaboraciones con amigos suyos DJ’s. Así que trabajar en un pub musical no era tan mala idea. Todo cambió el día —o mejor dicho, la noche— que la revista WAD Magazine organizó una fiesta en su local. Entre copas, música y postureo alguien se fijó en Mae y le vio potencial. Aquella noche salió de trabajar con un contrato de una agencia de modelos bajo el brazo. Ella no lo sabía pero empezaba su carrera como modelo, que la llevaría a pisar las mejores pasarelas del mundo.

Consciente que está viviendo un momento muy efímero en un mundo lleno de superficialidad e hipocresía como es el de la moda, la Mae sigue diciendo lo que piensa. «Esta industria siempre te dice que eres demasiado gorda, demasiado delgada, demasiado alta o demasiado baja. Nunca nada está en su punto justo».

Quizás la persona que la vio en aquel club captó la auténtica esencia de Mae. Aquella noche llevaba las gafas gordas de su abuela. Porque ni las burlas de sus compañeros ni las miradas indiscretas de la calle le hicieron renunciar a su estilo ni a su manera de hacer. Hoy las gafas de su abuela se han puesto de moda a medio mundo.

El boom de Instagram

Instagram es una bomba para las chicas que presumen de su imagen, pero crece la preocupación por algunas fotos que usuarios publican en la app y quieren hacer algo para ayudarlos. Estamos hablando de fotos que tienen que ver con el suicidio, las autolesiones, la depresión, los trastornos alimentarios… Todos estos problemas son graves y podrían tener solución.

Ahora Instagram ha incorporado una nueva función (irá apareciendo con las nuevas actualizaciones) con la que si ves a alguien que ha compartido algo peligroso, puedes informarlo de forma anónima a la app. Esto alerta a la persona que ha publicado la foto con un mensaje diciendo: «Alguien ha visto una de tus publicaciones y cruz que podrías estar pasando por un momento difícil. Si necesitas apoyo, nos gustaría ayudarte».

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